Los
medios digitales no se han hecho esperar y ahora prácticamente todo el mundo
sabe de la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump por la presidencia de los Estados
Unidos, situación que se presta a la reflexión por las declaraciones del nuevo
presidente en materia de hidrocarburos.
¿Qué le espera al sector petrolero en Estados Unidos con el ya elegido presidente Joe Biden?
Las
elecciones en Estados Unidos se han convertido en las últimas décadas en un
evento que sin importar si eres o no ciudadano de esta nación te roban la
atención, puede que sea debido a que abarca la portada de muchos periódicos y
medios digitales o a que estés enterado de las repercusiones económicas que
esto significa para la mayoría de los países latinos y quieras ver que nos depara
el futuro.
Sin
embargo aun con esto existe curiosidad en muchas personas alrededor del mundo
sobre las acciones que pueda tomar el nuevo presidente de los Estados Unidos
Joe Biden, esto posterior a una serie de declaraciones donde dejo ver que apostaría
más por las llamadas “energías verdes” para dejar de lado a una empresa que les
ha dado un gran peso económico a nivel mundial, los hidrocarburos.
Declaraciones
que causaron gran revuelo en su momento y cierta preocupación para algunos más,
ya que como sabemos este país durante muchos años ha permanecido como uno de
los mayores productores de petróleo a nivel mundial, sin contar los miles de
puestos de trabajo que genera para la población.
Por
lo que es importante analizar, que podría pasar en caso que Joe Biden comience
a “sacar del juego” a una industria tan importante como esta, antes que nada,
la generación de miles de empleos que genera la industria de los hidrocarburos
se verían afectados, perjudicando a miles de familias en todo el país y dando
un fuerte golpe a la economía del país, ya que aunque se comience con la
implementación de energías renovables, estas además de no ser aun lo
suficientemente rentables no conseguirían emplear a todos los trabajadores que
deberán ser recortados por una disminución en la demanda de trabajo.
Por
otro lado, el combustible no es el único derivado del petróleo, existe otro
gran número de productos provenientes de este y aunque en la actualidad existen
otras formas de sustituirlos el costo de estas es aun elevado, por lo que
reducir la demanda de petróleo para uso exclusivo de un cierto grupo de
productos incrementaría los costos de producción, ya que dejaría de ser
factible extraer petróleo, situación que podría pesar económicamente para el
país teniendo en cuenta que por años ha sido de los mayores productores de
petróleo y gas del mundo.
Podríamos
seguir hablando sobre cuáles son las ventajas y las desventajas que traerá
consigo el nuevo gobierno del presidente Joe Biden a los Estados Unidos, pero
así como muchos otros han intentado cambiar la manera de generar energía, la
verdad es que es un proceso lento que tardaría más de cuatro años en poder
realizar la transición de la que hablo el ahora ex vicepresidente y aunque las
fuentes de energía limpias llegaran a convertirse en las mayores generadoras de energía del país
vecino, el petróleo aun sería necesario para cubrir otros huecos que las
energías verdes no podrán hacerlo.
Dicho
lo anterior, creemos que la mejor forma de llevar a cabo esta “transición” es
comenzar a darle más cabida a las energías renovables sin perder de vista la
producción petrolera del país de la que dependen muchas familias e incluso
países considerados como importadores de petróleo, por lo que la capacitación,
concienciación y objetividad son armas fundamentales cuando se busca generar un
cambio tan grande como este.
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